Con la tendencia de la moda circular, hay oportunidades en distintas plataformas para completar ingresos o directamente generar una entrada principal.
Reutilizar, reusar, reciclar… y recircular. La tendencia de cuidado de medio ambiente ha dado una inesperada salida laboral para muchas personas, que vieron en el fenómeno de la compra y venta de ropa usada una forma de completar sus ingresos o, directamente, generar su entrada principal. Las plataformas como Instagram, Marketplace en Facebook o sitios web dedicados a la compra y venta de ropa como Renová tu Vestidor (RTV) permiten generar un sueldo más que interesante si la dedicación es a tiempo completo.
Aunque cada una tiene sus ventajas y desventajas, el punto en común es que se puede vivir de vender ropa usada, de primeras marcas y de temporadas actuales. El secreto es conseguir un volumen importante y constante de prendas en excelente estado, sacar buenas fotos y publicarlas en alguna plataforma. Hay quienes eligen hacerlo en las que son gratuitas, como Instagram o Marketplace, con la ventaja de no tener que pagar ninguna comisión, pero sin la seguridad ni la estructura de sitios especializados, y otras prefieren utilizar este tipo de plataformas como RTV resignando parte de la ganancia para ceder el 25% de la venta.
Aunque cada una tiene sus ventajas y desventajas, el punto en común es que se puede vivir de vender ropa usada, de primeras marcas y de temporadas actuales. El secreto es conseguir un volumen importante y constante de prendas en excelente estado, sacar buenas fotos y publicarlas en alguna plataforma. Hay quienes eligen hacerlo en las que son gratuitas, como Instagram o Marketplace, con la ventaja de no tener que pagar ninguna comisión, pero sin la seguridad ni la estructura de sitios especializados, y otras prefieren utilizar este tipo de plataformas como RTV resignando parte de la ganancia para ceder el 25% de la venta.
"Existen vendedores que se dedican full time, que es su trabajo. Muchos aprovechan la estructura de la plataforma y empiezan a vender algunas pocas cosas para probar. En el medio se dan cuenta de que si se lo toman con seriedad es un trabajo con buena ganancia y costo cero. El año pasado la usuaria que más vendió ganó $6 millones", aseguran en el sitio RTV, creado en 2014 por Cecilia Membrado, a partir de la necesidad de vender su ropa para hacer lugar en su casa de recién casada.
De hobby a sueldo:
Jesica Fassa, productora de moda, empezó a vender en el sitio en 2019 la ropa que le quedaba de canjes o producciones. Para ella se trataba más que nada de un hobby para tener un ingreso extra, que una verdadera salida laboral. Hasta que durante la pandemia lo transformó en su medio de vida: sin producciones ni desfiles durante meses, empezó a vender ropa no solo de la que obtenía de su trabajo, sino de conocidas. Hoy integra nada menos que el top 5 de las que más ventas concretaron durante 2022. No es poca cosa: es una de las mejores en una comunidad de más de un millón de personas.
"Muchas veces me quedaba con ropa de canjes o productoras. Tenía un guardarropa extenso y en lugar de regalarlas o quedarme con las prendas, las empecé a vender. Era más que nada un hobby que hacía en mis ratos libres –cuenta Jésica-. Pero llegó la pandemia y bajaron las producciones y eventos y ahí se me ocurrió empezar a vender no sólo mi ropa, sino también la de mis hermanas, amigas y conocidas. Me ocupaba de sacar las fotos, publicarlas, contestar las preguntas de las interesadas y despachar las prendas. Y empecé a vender un montón. Hoy es mi principal ingreso. El mes pasado vendí por 800.000 pesos".
"Muchas veces me quedaba con ropa de canjes o productoras. Tenía un guardarropa extenso y en lugar de regalarlas o quedarme con las prendas, las empecé a vender. Era más que nada un hobby que hacía en mis ratos libres –cuenta Jésica-. Pero llegó la pandemia y bajaron las producciones y eventos y ahí se me ocurrió empezar a vender no sólo mi ropa, sino también la de mis hermanas, amigas y conocidas. Me ocupaba de sacar las fotos, publicarlas, contestar las preguntas de las interesadas y despachar las prendas. Y empecé a vender un montón. Hoy es mi principal ingreso. El mes pasado vendí por 800.000 pesos".
Jesica tiene ahora más de más de 800 prendas publicadas, 9.300 seguidoras y 4.500 ventas concretadas desde que empezó. Ese volumen de artículos y ventas es posible gracias a que empezó a vender ropa para otra gente. "Llegó un punto que ni mis hermanas ni mis amigas tenían más ropa para darme. Y me anoté en un programa de RTV que te matchea con usuarios cercanos que te dan su ropa para que se la vendas –cuenta Jesica-. Hay gente a la que le da fiaca, no le gusta ocuparse del tema y prefiere delegar. Tengo 15 personas que me traen cosas, las publico en mi vestidor de la página, y cuando se vende, compartimos la ganancia", cuenta Fassa, que detalla los requisitos para que una prenda sea vendible.
"Tienen que ser prácticamente nuevas, actuales, que no te las hayas puesto o las usaste una vez. Siempre digo que tiene que ser algo que le regalarías a tu mejor amiga. Algo que también se está vendiendo mucho es ropa de niños, que muchas veces crecen y ni llegaron a usar la prenda. Las que tienen etiqueta son un plus, es algo que suma un montón". Jesica dedica 6 horas por día a su trabajo de conseguir la ropa, sacar las fotos, contestar preguntas, armar los paquetes y llevarlos hasta el correo.
A diferencia de las tiendas de ropa usada con un local a la calle, las ganancias, a pesar de que los portales se quedan con un porcentaje, son mayores: "Si vas a un negocio de los muchos que hay ahora, la ropa te la toman a muy bajo precio porque ellos tienen muchos más gastos en alquiler, empleados.Te ofrecen poca plata, no te valoran las prendas porque tienen que pagar local, empleados. La ganancia es mucho menor, no conviene", analiza Jesica, al a la que tampoco le cierra Instagram o Marketplace.
"Acá ya tengo una comunidad y además la plataforma te da seguridad porque no te encontrás nunca con tu compradora: vas, le despachás el pedido, y listo. Alguna vez me pasó de encontrarme con alguien por una venta que hice en Marketplace y no fue buena la experiencia", asegura Fassa, que reconvirtió un quincho en un lugar en el que tiene colgada la ropa.
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